Desde antes de las 4:00 de la tarde, todos los alrededores del Foro Sol eran invadidos por una bola de adolescentes vestidas de morado, color que las identifica con fanáticas de Justin Bieber. El tráfico era intenso y todas deseperaban por poder llegar a sus lugares y por fin ver en el escenario al canadiense.
Unos minutos más tarde, las luces se apagaron y comenzó la euforia. Era "Big Time Rush" quien apareció en el escenario y abrió su participación cantando "Famus", luego siguió "Big Time" y más tarde, "Big night", la cual las más coreadas hasta ese momento.
Y para finalizar, el alabado grupo, quien por cierto es la primera vez que viene a México, cantó una canción en español la cual fue muy aplaudida por el público. También cantaron "Boyfriend", melodía con la que la audiencia enloqueció y cerraron con "The city is ours".
Para continuar con los momentos de espectativa, pusieron una las pantallas gigantes una cuenta regresiva y los ánimos aumentaron. El reloj llegó a cero y Bieber salió repentinamente, provocando que todo el foro se llenara de gritos, a tal grado que no podía escuchar mis propios alaridos.
Además, demostró que nunca hay que decir nunca, como dice su canción, pues puso un video de cuatro personas haciendo un cover de una de sus melodías a quienes invitó a subir con al escenario y juntos tocaron una canción que puso a bailar a todo el público y con ello, esos chicos cumplieron su sueño.
Después cantó "One Time" y a pesar del frío y el tiempo de espera, el entusiasmo no disminuía.
Todas las chicas se pusieron sentimentales cuando escucharon el lento y melodioso tema de "That should be me" y el romanticismo inundó el escenario.
Para hacer el show más divertido de lo que ya era, Bieber y otros bailarines deleitaron a los espectadores con un poco de break dance y remató con un solo de batería del cantante.
Se apagaron las luces e inició "Down to earth", en ese momento, el foro se iluminó, pero no por la iluminación tradicional de un concierto, sino por más de 40 mil celulares que se movían al ritmo de la música y Justin acompañó la canción en el piano.
Aparecieron en las pantallas unas palabras de agradecimiento por haber asistido, el público se desilusionó y algunos empezaron a salirse, pero en las mismas pantallas preguntaron si estaban listos para irse, que si no, gritaran lo más fuerte posible y fue entonces cuando Bieber salió al escenario de nuevo a cantar "Baby", canción más famosa y pedida y en el último salto de la coreografía lanzaron miles de papeles blancos que se iluminaron con las luces rojas del escenario y así finalizó uno de los conciertos más emotivos de mi vida.
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